debrayARTE
otro no menos grande de lo que no
una pizca de amor
sabor
y otro mucho de mi
-vale la pena recibir palabras si llegan del corazón-
martes, 27 de julio de 2010
Dios y...yo
Dios y...
sábado, 17 de julio de 2010
La vida es un pic-nic
tengo miedo de encontrarte como aquella vez
los nervios me traicionan me derrota el estrés
tengo miedo que te puedas burlar
Embrollos de las ochocuarentaycinco
jueves, 8 de julio de 2010
Entre charlas y andenes
Caminaba por el andén recordando las palabras de ese sabio libro que leía y releía sin poder meditar todavía con precisión. Buscaba en los recuerdos de esas palabras, las formas que se adecuaran mejor al momento y a la situación que vivía, a los altibajos que llenaban las formas de la cara que más deseaba y anhelaba en esos momentos. “Dirección Barranca del Muerto” se asomaba por el techo, bajar escaleras, subir otras nuevas y pensar en qué harían ese día.
Tal vez caminarían por el parque como una de esas tantas veces en que no había ánimos ni en la cabeza ni en el bolsillo. Sólo anidaban los gratos recuerdos y las buenas charlas que, aunque a veces fueran sin sentido, parecían cobrar vida ante los ojos que se penetraban mutuamente. A lo mejor se quedarían a mirar nuevas películas o videos nunca antes vistos y no apreciados por nadie mejor que ellos dos, juntos, solos con la manía de permanecer así, entrelazados por mente y piel.
De pronto sería la manada de pensamientos la que recorrería nuestro inconsciente y redundaría la pregunta que siempre se ha y seguirá haciendo: “¿estará bien así?”.
Entonces los dos, solos con la manía de estarlo, volverían a inundarse de complejidades y murciélagos. Se crea la ironía en la que los dos con sus ambas ingenuidades sienten que el otro no está bien. Estar o no estar, ser o no ser, decir o callar, opuestos, sentidos, protestas. Como si fuera necesario que llegara un tercero a reclamarles por el pecado silencioso que están cometiendo. A veces hace falta que llegue alguien más a decirnos en lo que estamos mal, lo que no podemos vomitar de nuestras ideas.
Basta con saber que cuando dos se aman, dos intensamente se miran a los ojos. Dos se perciben, se huelen, tocan y sienten; hasta perder la noción del hambre, del sueño y del tiempo. Porque en aquellos terrenos que no muchos se han aventurado a conocer, no existe la noción, se pierde la lucidez. La lucidez como opuesto a la acción, te permite crear ocasiones en las que no importa en que circunstancias se encuentren, cuanto capital tengan en el bolsillo o que medios se interpongan en la carretera que los lleve a algún destino. Cuando dos se entusiasman, se besan y se consuelan, están ahí cuando el frío más pega, cuando ni siquiera el Sol llega a tocar el brillo de sus ojos.
Pero ¿para qué necesitar al Sol, si con una mirada basta encontrarle el calor a la vida misma? El calor a la vida que me has ayudado a reconstruir.