migraña

Hoy es uno de esos dias en los que me gustaría saber como se siente estar en otra parte que no sea donde estoy ahorita mismo.
Sonarán extraño todas las cosas que escribo y que a veces siento que pueden no ser entendidas por la forma tan pacheca que acostumbro usar para debrayarme, pero mientras yo los entienda, mientras yo lo sienta y por lo menos alguien me lea, me basta y me sobra.
Pero hoy no tengo ganas de sonreir, no tengo ganas de voltear a ver a la gente para recibir un cálido aplauso. Y tampoco tengo ganas de estar sola. Aunque a veces siento que me hace falta aprender a platicarme y escucharme más atentamente, para no perderme en lo banal, para volver a perderme en mi mundo.
Ya ha pasado un año desde que ha cambiado mi forma de ver las cosas. Y ahora más que nunca vuelve a cambiar para sorprenderme e incluso a veces fastidiarme sin razón alguna.
Con ganas de hacer tantas cosas y a la vez con la manía de no querer hacer nada. No le llamaría apatía pero tampoco mucha energía.
Considero que esa cosa llamada "escuela" no tiene porque afectar mi mundo y mis fantasías. Pero a veces es tan difícil dejarlo ir, dejarlo ser.
Y más difícil es, recordar que antes no era así.
Algún día se cumplirá el sueño infinito de irnos de este lugar. Tomar todos nuestros cachibaches y liberarse de todos los prejuicios, de todas las formas de pensar que sólo nos cachetean y a veces nos insultan.
Y entonces podré decirle adiós a esta loca migraña, que aunque se que ha llegado como un grito, como me molesta.