Llegaron sin decir ni una palabra.
Sólo los silencios de ambos gestos y la charla intensa entre sus miradas.
Ella no sabía como alegrarle el día.
El no sabía como alegrarla más a ella.
Como era de esperarse, ambos están locos.
¿Y que?
¿Quién (carajos) en este mundo afirma y sabe con certeza como se comporta un demente?
Pero los dos suelen preguntarse a si mismos.
Los dos suelen tener ese tipo de pesadillas.
Para luego darse cuenta de que son la pura realidad.
Pero ese espejismo no es malo del todo.
Porque si pudiera elegir alguna alternativa
mil veces preferiría morir loca contigo que cuerda sin ti.
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